Mi filosofía
profesional
Tanto en el rubro del maquillaje como en la asesoría de imagen es común denominar todo en términos absolutos: "Va primero la base y después el corrector", "Primero se maquilla la piel y después los ojos" "Los cuerpos de tipo X tienen que vestirse de X forma".
En ambas formaciones terminé repleta de reglas, de formas, de “correcciones”, de maneras de “disimular” la materia prima de cada una para “ser la mejor versión”.
Sin embargo, el trabajar con mujeres me hizo ser más empática y amorosa conmigo misma y con las demás.
Vivimos en una cultura que nos vende una promesa: llegaremos a la plenitud y la felicidad cuando logremos convertirnos en la versión delgada, más bella, más retocada, más idealizada de nosotras mismas. Pero no es más que eso, una promesa.
Cuesta cambiar el foco pero no es imposible, por eso como profesional mi granito de arena es promover un enfoque positivo, identificando tus puntos fuertes y aprendiendo a potenciarlos mientras disfrutas del momento de maquillarte y vestirte, porque ambas acciones permiten desplegar tu ser.
La aceptación corporal es mi perspectiva de trabajo. Se trata de soltar la guerra con vos misma, de poder disfrutarte, sentirte digna y merecedora como estás hoy... de hablarte al espejo con respeto, de considerar tu cuerpo como el vehículo para la acción que es, porque a través de él existís en el mundo.
Dejemos las reglas inmutables.
Aceptá lo que no podés cambiar.. y mejora lo que quieras mejorar de vos misma… pero siempre anteponiendo lo que te gusta te vos.
Tomá de mí -si querés- las sugerencias fundamentadas de qué puede servirte y qué no... pero adaptalo a tu personalidad y a tu necesidad.
Te invito a experimentar, salir de lo que nos enseñaron, correr los límites para ver con qué te sentís cómodas y con qué no, cuestionar lo establecido y pensar afuera de la caja.