¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando pensás en un “cambio de look”?
¿Una transformación radical de televisión, con música épica, corte de pelo dramático y una nueva versión de vos misma que aparece en cámara lista para conquistar el mundo?
Sí, todas vimos esos programas. Y quizás en más de una oportunidad pensamos “¡necesito eso!”.
Pero lo cierto es que esas transformaciones, tan espectaculares como fugaces, suelen dejar algo afuera: a vos. A tu historia. A tus emociones. A tus procesos.
La narrativa tradicional del cambio de look nos vendió la idea de que para renacer hay que eliminar todo rastro de lo anterior. Que hay que soltar a la “vieja yo” y empezar de cero. Como si fuésemos objetos de usar y tirar, sin historia ni memoria emocional.
Pero somos personas. No se trata de dejar de ser quien fuiste, sino de incorporar nuevas capas a quien sos hoy.
Y, aunque es verdad que a veces el cuerpo y el alma nos piden un cambio, eso no quiere decir que tengamos que arrancar de cero ni obligarnos a soltar todo lo que fuimos.
Hay ropa que ya no va con vos. Claro. Pero también hay ropa que fue refugio. Prendas que te abrazaron cuando necesitaste protección. Que cuentan quién fuiste, lo que atravesaste, lo que celebraste. Entonces, es natural que frente a la idea de “cambiar tu imagen” aparezca una resistencia.
No es necesario tirar todo y empezar de nuevo. Hay otra forma. Más amorosa, más pausada, más conectada con tu verdad actual.
Acá te comparto cuatro claves que suelo trabajar en las sesiones para acompañar cambios de estilo desde un lugar consciente y sin forzarte:
Probá por tramos.
No hace falta lanzarte a lo nuevo de golpe. Podés usar esa prenda que te cuesta incorporar solo para salir a hacer un mandado, y después volver a tus elecciones habituales. Es como una exposición gradual. Y si un día no te animás, no pasa nada. Los procesos reales no son lineales.
Elegí tus espacios seguros.
Empezá a usar lo nuevo con personas que te hagan sentir cómoda. Evitá esos entornos que te generan alerta o donde te sentís expuesta. No tenés que validarte frente a nadie. Es tu proceso, y lo importante es que vos te sientas bien.
Jugá con los detalles.
A veces no hace falta cambiar toda la ropa. Empezá por sumar un pañuelo de color, un par de aros que te animan, un accesorio con un toque distinto. Son pequeños gestos que abren nuevas posibilidades.
Empezá por lo invisible.
¿No te animás aún a mostrar lo nuevo? Probá con ropa interior, medias o calcetines de colores o estampados distintos. Que no los vean otras personas no importa: vos sabés que están ahí, acompañando esta nueva versión tuya que se va gestando.
El estilo no se impone, se construye con cuidado, con tiempo y con respeto. Como todas las cosas que valen la pena.
Si querés acompañamiento personalizado en este camino, te invito a conocer mi servicio Laboratorio de Estilo: sesiones uno a uno donde te ayudo a conectar con tu estilo auténtico y a construir una imagen que cuente tu historia, sin disfraces, sin recetas universales. Solo vos, en tu máxima expresión.
Vicky
Cursos y servicios
LABORATORIO DE ESTILO
CUERPO CONSCIENTE
CURSO DE AUTOMAQUILLAJE ON DEMAND
- Curso 100% online, pregrabado.
- Podes hacerlo cuando quieras, donde quieras y mirarlo la cantidad de veces que necesités ¿qué estás esperando? 😉
- Duración: 1 hora y media
- 💵 10% de descuento pagando por transferencia bancaria
Te gustaría suscribirte
al newsletter?
Completa para recibir novedades y descuentos